2 ¡Dispara!
En cuestión de minutos los reclutas se habían visto completamente aislados. El único oficial que tenían había muerto junto con su operador de radio, dejándolos sin mando. El edificio que debían asaltar, donde estaba el grueso de la sección, estaba siendo demolido y la cortina de artillería se dispersaba cada vez más, aproximándose a sus posiciones. Se miraban unos a otros, acongojados, sin saber qué hacer, sin saber qué paso dar.
Un proyectil cayó cerca de sus posiciones produciendo una lluvia de tierra y escombros. Alguien gritó algo, pero antes de recibir contestación un obús impactó de lleno en la línea de reclutas acabando con una docena de ellos. Se escuchó un grito de retirada y comenzaron a alejarse a la carrera sin orden alguno. (más…)